Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta




Soy Licenciada en Ciencias de la Información. Me gusta la poesía y la narrativa poética. He publicado artículos en revistas y periódicos desde 1989, he escrito 4 novelas, algún que otro cuento, ensayos y relatos cortos. Actualmente estoy trabajando sobre mi 5ª novela. Asimismo colaboro con Radio AFAEMO, en Madrid y con Emisoras ASEMFA en Andalucía. Publico también artículos para la Revista mensual Espacio Humano.

Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.

Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.

martes, 22 de marzo de 2011

EL PRIMER RAYO DE SOL.- Carmen Urbieta.

"Que el primer rayo de sol que me alumbre, te lo dedico a tí".

Con estas palabras, o parecidas, acabo de leer un comentario hecho por mi hija la pequeña a la última entrada titulada "jueves" y en la que dejaba entrever, -como en las anteriores-, mi incipiente depresión por todo lo acaecido y que ya he contado con pelos y señales. A veces pienso que el blog es un lugar donde tirar la basura sin reciclar. Aquí puede ir todo mezclado: lo racional con lo irracional, las emociones positivas con las negativas, el pensamiento cartesiano con el abstracto o subrrealista.

Pero no quiero hablar de éso. Quiero recrearme en una de las frases más bonitas que me han dedicado en mi vida: "mi primer pensamiento con el primer rayo de sol ha sido para tí". Y cuando te dicen esas cosas a tí, que te valoras tan poquito, que te falta seguridad, que te encuentras tan sola, pues... es como si hiciera una semana que no comes y te ofrecieran un banquete. Te hace plantearte las cosas de otra manera; seguramente más realista y más racional. Porque si yo siempre he sido una persona válida (y lo sigo siendo, al menos para mi hija); ¿por qué yo caigo en la trampa de minusvalorarme? ¿Por qué me siento tan insegura y tan culpable? ¿Por qué sigo sufriendo inutilmente, dejando que se escapen los felices momentos del aquí y ahora?

Mañana me toca yoga y voy a tratar de meditar sobre todo esto, mientras hago respiraciones diafragmáticas y relajo mi cuerpo, a la vez que mi espíritu, miembro por miembro. Ya os contaré.