Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta




Soy Licenciada en Ciencias de la Información. Me gusta la poesía y la narrativa poética. He publicado artículos en revistas y periódicos desde 1989, he escrito 4 novelas, algún que otro cuento, ensayos y relatos cortos. Actualmente estoy trabajando sobre mi 5ª novela. Asimismo colaboro con Radio AFAEMO, en Madrid y con Emisoras ASEMFA en Andalucía. Publico también artículos para la Revista mensual Espacio Humano.

Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.

Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.

martes, 15 de mayo de 2018

Psiquiatría. Planta 2-B



Pasos blandos, pasos presurosos.


Pasos blandos, pasos presurosos.
Al confín del pasillo, espumosos, ladinos.
Pasos de hombre o mujer, pasos hermosos.
Pasos de agricultor estremecidos. Pasos.

Pasillo largo de hombres y mujeres.
Con las habitaciones a los lados.
Al fondo una ventana cerrada con llave.
Al sur la lencería.

Miradas que se cruzan al pasar.
Sonrisas que se expanden al pisar.
Pesares que son menos al cantar.
Mi canción preferida del momento.

Pasos. Pisadas y un corazón
que se esconde. Oye. Allá en el baño.
Cigarro en mano. Mechero rojo.
Aguanta nervioso la respiración.
Alguien abre la puerta de la habitación.

Es Raquel, la enfermera, que olisquea el aire.
Dulce aire de mayo, de paisajes puros.
Desde la prisión donde yo me hallo.

Pasos y pisadas. Pisadas y pasos.
Y mi corazón corre desbocado.
Taquicardia rítmica de reloj en mano.
Pulsaciones altas. Corazón herido.
Arteria en que fluyen las aguas del río.
Sangre roja y tierna, recién estrenada.
La siento y la siento en la madrugada.

¡Madre mía, Carmen!



Jalábamos la tarde con mariachis de radio.
Escribíamos versos sin un cigarro en la mano.
Componíamos estrofas musicales, en 3D dibujados.
Cama de hospital. Mi oxígeno frente a la almohada.
Quiero un cigarro Yoli.

Yo te lo lío con American Espirit.
¡Vamos a tu cuarto! ¡No; mejor al tuyo!
¡Vamos pues!... Pero en mi cuarto está el oxígeno.
¡No pasa nada! ¡Dentro!

Y vinieron las auxiliares y Enfermeras a embroncarnos.

¡Madre mía, Carmen!

Pasó un 30 de abril.



Hoy todavía es lunes; mañana será martes.
Último día del mes de abril.
No te encontré aún pero lo haré, tal vez en mayo.
Puede que sí.

Te fuiste no sé el día, ni el mes, ni el año.
Tal vez tú si lo sepas. Recuerdes algo y puedas
Colorear esa fecha en el calendario.
Puede que no.

Todo esto pasó un 30 de abril. Acabo de pensarlo.
Acabo de sentir tu ausencia una vez más.
Yo me pregunto: ¡cuándo será diferente?
... una vez más.

"Pasarán más de mil"años suena en la radio.
97.2 de la F.M.
Oyendo esta música te recuerdo en vano.
Escuchando las canciones que un día me enseñaste.

Yolanda M.



Chiquilla pelirroja, de cabellos rizados.
Alborotas las salas de este hospital con tu duende.
Manejas fórmulas, las manos, eres un ser romántico.

Pregonera de canciones comprometidas,
¿dónde perdiste la cabeza, como yo, como todos?
Y por qué no la encuentras y sigues aún aquí...
luchando con auxiliares y enfermeras,
si lo que tú quieres... es casarte algún día,
con el hombre amado.
Y tener un hijo
muy especial; como todos.

¡Vamos a fumarnos un cigarrillo juntas
y a escondidas!

Mi fiel Yolanda.
Guerrillera impenitente y anarquista.

David Pereyra Bernal.



David es un gran hombre.
Vive aquí, en el hospital, ahora,
aunque tendrá su casa.

Lleva capucha como para desafiar.
Este domingo lluvioso por el que Carlos simpatiza.
Es primavera y la alegría se percibe
por sobre los olivos, cipreses y gramíneas.

Pelos de perro y gato; patas de arañas.
Ácaros y bacterias pierden la batalla.
Arrastrados por esta lluvia de abril...
Providencial.

Quien quiere hacer el bien busca la manera.
Quien quiere hacer el mal busca una excusa.
                                        Martin Lutter King.



Jordan Djiby


Entre las chicas han colocado a un hombre.
Le he visto tumbado y somnoliento. En la habitación 211.
Se llama Jordan Djibi y es senegalés.
26 años. Alto, fuerte, guapo; negro.
Chapurrea el inglés.
Y es un ser especial que sonríe de una manera preciosa.

¡Dientes blancos!
¡Mirada tan limpia!
¡Cuerpo de ébano, maravilloso!

Carlos, Begoña y Luis.



Carlos y Begoña son los padres de Luis.
El chico de 18 años al que apenas podemos ver.
Porque es autista.
Se llama Luis, es pelirrojo, alto y guapo.
Dos toques con los dedos por detrás de las orejas, significan "Hola".
Un golpe al corazón significa: "Te quiero".
Con éso casi basta.

EN LA FERIA DEL LIBRO DE VALLECAS.- 2ª EDICIÓN.


El cerebro necesita una reorganización.
A la luz de las velas y las cigarras.
Cantándole a la vida con voz romántica.
Y recitando el viernes a Miguel Hernandez en la feria del libro de -vallekas, 2ª edición.
Abel, el matemático me ha dado la reseña.
De Torrejón vienen un grupo de poetas.
Vicente Baeza, músico, dirige el cotarro.
Mujeres enamoradas de la producción femenina de la generación del 27.
Sólo me suenan dos: Rosa Chacel y otra.
Se suceden canciones y fragmentos.
Allá en el escenario.
Ha sido una tarde-noche mágica.
Lo he pasado muy bien. Sola. Como siempre.
Soledad del que escribe.