Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta




Soy Licenciada en Ciencias de la Información. Me gusta la poesía y la narrativa poética. He publicado artículos en revistas y periódicos desde 1989, he escrito 4 novelas, algún que otro cuento, ensayos y relatos cortos. Actualmente estoy trabajando sobre mi 5ª novela. Asimismo colaboro con Radio AFAEMO, en Madrid y con Emisoras ASEMFA en Andalucía. Publico también artículos para la Revista mensual Espacio Humano.

Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.

Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.

jueves, 8 de diciembre de 2011

DIA DE LA INMACULADA.- Carmen Urbieta

Hoy es tu Santo.
Nunca mejor dicho.
Te recordamos con todo nuestro cariño,
y pedimos por tí, para que concluya pronto tu camino.
Que te conduzca al paraiso.
Luhar donde van todas las almas buenas.
Como tú.
Y como muchos de nuestros antepasados,
Y como tu ángel de la guarda, que tira de tu mano.
Para que no tengas miedo.
Se acaben las angustias y las ansiedades.
Y goces plenamente de la gloria del Señor.
Amén.

Porque has hecho honor a tu nombre.
Porque en tí nos encontramos todos.
Quiero que sea un cántico alegre.
Para ayudarte a que vueles muy, muy alto.
Con la esperanza de que algún día nos veremos.
Allá en la Eternidad. Y nos reconoceremos,
creo en esa Verdad.
Verdad que sosiega mi espíritu.
E incrementa mi amor pot tí y por todos los que has dejado,
esperando poder volver a verte algún día.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

DEMASIADO PEQUEÑA.- Carmen Urbieta.

Voy demasiado despacio para alcanzarte.
Soy demasiado pequeña para llegarte.
Miro tus fotos y me sonrío, triste.
Oigo un eco infinito; es tu voz que me habla.

Me dices, Carmen, estoy aquí cerquita.
No llores porque siempre estaré a vuestro lado.
Y yo lo creo. Lo creo. Necesito creerlo.
Creer para saber que no te hemos perdido.
Sólo te has ido.
Pero volveremos a encontrarnos en algún lugar.
Enigmático lugar que da forma al tiempo y al espacio.
Y que llamamos cielo. No lo sé. Ójala. Yo no quiero perderte.
Prefiero pensar que es sólo un paréntesis.
Pero surjen las dudas y no hay respuestas.
Sólo las tuyas que yo imagino.
Mirando tus fotos y todavía sin creerlo.
¡Hace tan poco tiempo estabas aún tan viva!
Tan llena de proyectos, tan alegre y tan cerca...
No. No puedo creerlo. Me resulta difícil.

Voy demasiado despacio para alcanzarte.
Demasiado pequeña para llegarte.

lunes, 5 de diciembre de 2011

RENGLONES.- Carmen Urbieta.

Porque te quiero a tí escribo estos renglones
llenos de amor que quisiera te llegasen
de algún modo invisible... Adita; si aún estás aquí,
quiero que escuches que todos te queremos de un modo incondicional y enorme.
No hay palabras; se me quedan cortas; ¿cómo se dice "te quiero" de verdad?
¿Cómo se dice que te amaremos siempre y que pidas por nosotros allá en la Eternidad?

¿Cómo pudo romperse ese velo que separa la vida de la muerte?
¿Por qué tú, mi pequeña? ¿Por qué precisamente tú?
¡Estabas tan llena de vida, de planes y de proyectos!
Me parece mentira que todo haya terminado de una forma tan repentina.

Adita. Adita. Adita. Nuestra preciosa Adita.
Luz que ilumina nuestra alma. Luz que penetra en lo oscuro y nos da claridad.
Adita, tu ejemplo, ¡cuánto te admiramos!
No has podido hacerlo mejor. Siempre elevándote con tu bondad.
Siempre solidaria con los de otro lugar.
Siempre tan atenta y cariñosa. Siempre tan generosa.
Siempre tú.
Gracias, mi amor.

jueves, 1 de diciembre de 2011

VOLVER.- Carmen Urbieta.

Hoy hay que pasar la página en el calendario.
Comienza el mes de diciembre.
Hoy hay que pasar la página en nuestras vidas.
Comienza la dulce espera.

Volver a ver su carita adornada siempre por su inmensa sonrisa.
Volver a ver su paso vacilante e inseguro, por culpa de aquél estúpido accidente.
Volver a desear que llegue la mañana para hacer planes juntas.
Volver a ir a su casa a comer un menú para doce...
Volver a salir a dar un paseo y hablar de mil cosas...
profundas, o insignificantes... pero juntas.
Juntitas las dos por esas calles transitadas
por todos y por nadie. Por ella y por mí, y por mamá muy a menudo también...

Vamos a desear que nos espere, allá en la Eternidad.
Y que ruegue por nosotros para que podamos reunirnos con ella para siempre.
En el lugar donde no existen los minutos ni las horas.
En el lugar donde siempre es ahora.