Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta




Soy Licenciada en Ciencias de la Información. Me gusta la poesía y la narrativa poética. He publicado artículos en revistas y periódicos desde 1989, he escrito 4 novelas, algún que otro cuento, ensayos y relatos cortos. Actualmente estoy trabajando sobre mi 5ª novela. Asimismo colaboro con Radio AFAEMO, en Madrid y con Emisoras ASEMFA en Andalucía. Publico también artículos para la Revista mensual Espacio Humano.

Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.

Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.

sábado, 3 de marzo de 2018

Poder soñar.



Desearía emplear palabras luminosas.
Como el sol del verano a las doce en punto.
Pero el otoño oscurece con su llanto.
La dorada tertulia de la tarde.

Me prometí hacerle eco al viento.
Rebusqué entre las páginas del libro.
Aquel vocablo amable en que me encuentre cómoda.
Gallarda y fuerte en mi debilidad.

Luché contra las olas levantiscas.
Icé la vela de barlovento.
Y, exhausta y temblorosa, mis pies resbaladizos.
Bramaron al chocar contra la proa.

Todo mi cuerpo se llenó de brea.
Mis cabellos, salobres como el mar.
Mi traje hecho jirones apenas me abrigaba.
Y, exhausta y temblorosa, me lancé a nadar.

Cautiva de mis sueños. Sólo puedo entender.
Que quizá algún día ella regresará para salvarme.
Sólo éso me mantiene: poder soñar.


Llueve en mi corazón.



Llueve en mi corazón.
Ayer cumplí años y ella no vino a darme un beso.
A desearme felicidad.
Salud y felicidad.
Tal como yo le deseo a ella, siempre.

Laura es mi linda hija.
La hermosura de los campos.
La paz de la mañana.
Y no puedo. No puedo más estar sin ella.
Sin poder verla y abrazarla.
Y fundirnos en un tierno reencuentro que me dará la vida.

Porque sin ella mi existencia se resiente.
Mi llanto no enmudece.
Mi corazón no deja de sangrar.
Y yo quiero pedir ayuda.
Pero me están vedadas todas las puertas.
Mis anhelos más profundos se esfuman en una pertinaz indiferencia.

Y grito. Y me desgañito.
Y busco una salida. Algo tangible en lo que sujetar mi pobre alma golpeada.
Y no encuentro la solución.

Laura. Si me escuchas...
Laura. Si por casualidad te llegan estas letras.
Quiero que sepas que muero por tí.
Que te necesito.
Que por favor, vengas en mi ayuda antes de que sea demasiado tarde.
Porque siento que mis débiles fuerzas se resienten.

Quiero que sepas que te amo.
Que te quiero y necesito.
Y que no; no me acostumbro a estar sin tí.
Sálvame, amor mío.
Lo tienes en tus manos.