Dedicado a Marisa.
Caminaba despacio.
Hacia la plaza chica.
Mil flores y guirnaldas.
La recibían.
Vente pá acá, mi niña.
No te detengas.
Que yo tengo un puchero.
Con mil lentejas.
Las lentejillas son.
Pedrosillanas.
Solamente un hervor.
Y a la buchaca.
No tengo hambre, nodriza.
Ya comí algo...
Quiero dormir la siesta;
dulce letargo.
Pero no puedes, niña.
Pero no puedes.
Vinieron tus hermanos.
A festejarlo.
Pues voy a hablar con ellos.
Largo y tendido.
Un clavel en el labio.
El cuerpo henchido.
Bajarán a llamarte.
Pá que les cuentes.
Alegre la sonrisa.
Triste la frente.
Triste la frente, niña.
Triste la frente.
Su padre está penando.
Y ella no quiere.
Y ella no quiere, niña.
Y ella no quiere.
Desnudas las miradas.
Allá en la fuente.
Dame agua de beber.
Dámelo pronto.
Porque voy a tragarme.
Los mi sollozos.
Nunca se hubo enfermado.
Es la primera.
Y la más importante...
Yo no quisiera.
Pues dale un caramelo.
De dulce miel.
Verás cómo mejora.
Y tú con el.
Caminaba despacio...
Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta
Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.
Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.
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