Se le agolpaban miles de músicas, tal vez una mañana azul.
En el rincón, el arpa expiraba su última nota.
Yacía cerca un corazón.
Y la Paz enseñaba las piernas a la madrugada.
Iba yo a buscar esparadrapo.
Para sanar mis heridas.
Un grito sordo en la noche me ha despertado.
Había olvidado aquella voz.
Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta
Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.
Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.
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