Luna no quería marcharse.
Le obligó su compañero a deshacer las maletas.
Ordenar su armario.
Configurar su sms.
Una lágrima furtiva se escapaba.
Cuando hurgó por los cajones...
Ropas olvidadas.
Desde gélidos inviernos llenos de reproches.
Que ella no oía.
Habían tenido que escayolarle la cabeza.
Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta
Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.
Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.
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