Se rompió el cielo. Llovía.
Era sólo una tempestad contada en minutos.
Tormenta de verano que invita al recogimiento.
¡Cuánto anhelaba ponerme esa chaquetita de croché que me tejió mi madre el invierno pasado!
Y el gramófono reproduce la misma canción una y otra vez.
La capa azul del cielo se puebla de nubarrones.
Melancólica canción que habla de la lluvia tras los cristales.
Y así; más tarde con un te verde en la mano y mucha,
mucha hierbabuena, recorremos a sorbitos los rincones de nuestra alma.
Destilan los campos gotas de rocío.
La mañana es fresquita, ya pasó la tormenta.
Amanece un sol orondo y anaranjado.
Por detrás de las peñas y de los pinos piñoneros.
Canta el verde caos de los lamentos en flor.
Ruinas legendarias pueblan nuestra mente.
Quiero verte.
Quiero escuchar tu subyugante risa cantarina.
Pero te has ido con la tormenta.
Montaste en el arca de Noé y me dejaste en tierra.
¡Cómo no extrañarte!
Se rompió el cielo. Llovía.
Era una tempestad contada en siglos.
Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta
Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.
Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.
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