Obsesivamente pegada al teléfono.
Y ella no llama.
Trémulo el caminar, avanza inquieta.
Y ella no estaba.
¿Dónde habrá ido?
Al otro lado del Atlas suena un quejío.
Achatada la frente, con mil arrugas.
Preocupaciones vanas.Piel aceituna.
Ella se ha ido.
A descorchar el mundo por su camino.
Vente niña a mi barca, estoy esperando.
La noche se aligera. Ríos de plata.
Y de vergüenzas...
Los tambores resuenan en la alameda.
Vuelve niña a mi lado; te lo suplico
Ven hacia mí, querida. Todo pasó
Los duendes de la noche se han esfumado.
El sol salió.
Vuelve niña a mi lado; te lo suplico
Ven hacia mí, querida. Todo pasó
Los duendes de la noche se han esfumado.
El sol salió.
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