Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta




Soy Licenciada en Ciencias de la Información. Me gusta la poesía y la narrativa poética. He publicado artículos en revistas y periódicos desde 1989, he escrito 4 novelas, algún que otro cuento, ensayos y relatos cortos. Actualmente estoy trabajando sobre mi 5ª novela. Asimismo colaboro con Radio AFAEMO, en Madrid y con Emisoras ASEMFA en Andalucía. Publico también artículos para la Revista mensual Espacio Humano.

Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.

Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.

jueves, 31 de julio de 2014

Comunicación.

Ayer soñé que veía
a Dios, y que Dios me hablaba.
Y soñé que me quería.
Después soñé que soñaba...

Ayer soñé que veía
a Laura, y que ella me hablaba.
Y soñé que me quería...
Después soñé que soñaba.

La diferencia está en los signos de puntuación. Están cambiados en las dos estrofas últimas del final.

"Cuando una madre te necesita, deja inmediatamente de limpiar el polvo". Éso lo he dicho yo, pero sustituyendo madre por la palabra amigo. ¿Y qué es una madre, sino tu mejor amiga; en el sentido de que es, seguro seguro, la personita que más vela por tu bien?

No hay excusas para no acudir donde una madre cuando sabes que ésta te necesita. No se puede interrumpir la comunicación. No debe haber cortocircuitos, ni ruidos... y menos durante tanto tiempo. Y si no que se lo digan a mi padre que arregló con unos simples palillos la Central Telefónica de Barcelona. Era un domingo del mes de octubre y le llamaron a él porque nadie más sabía. Como dice Freddy, mi padre es un hombre de talento... Y no quiso medallitas ni coronas de laurel. Pidió en pago cinco abriguitos para sus cinco hijos. Y ahí está el testimonio fotográfico. Un día de Reyes; los cinco con nuestros juguetes (una muñeca preciosa y para los chicos una espada y un escudo)... y los consabidos cinco abrigos iguales pero de diferente talla. ¿No es bonito?

Mi padre tiene hoy casi noventa años y lleva dos cosas en su cartera. Una. escrita en tinta roja se pregunta si ha sabido ser ecuánime con su familia o si su saldo es deudor (¿y aún se lo pregunta?). Y en otro compartimento la poesía de Machado que dice así:

"Y cuando llegue el día del último viaje/y esté al partir la nave que nunca ha de tornar/me encontraréis a bordo, ligero de equipaje/y tan desnudo como los hijos de la mar".

¿No es conmovedor?



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