Te veo.
Te veo.
Te estoy viendo, mamá, no te me escondas...
No disimules; no te hagas la loca...
que para éso ya estoy yo.
Veo cómo lo primero que haces cuando te levantas,
es coger el estuche de la glucosa.
Veo cómo preparas las plumas de las rápidas y de las lentas.
Y el xintrón, y no sé cuántas cosas.
Después te veo dolorida y exhausta,
harta ya de cargar con toa la casa,
con el trapo en la mano, cual trofeo,
y Matilde siguiéndote los pasos.
Te veo entre tus hijos, orgullosa,
con la pena de que "se te ha muerto Adita",
pero es un rato; después ofreces plato
para todo aquél que se quiera arrimar a tu mesa.
Veo cómo tus nietos te adoran.
Y esa pena la llevo yo aquí dentro.
Pero la vida sigue y, pasado el mal momento,
me congratulo al ver que estás terriblemente bien acompañada.
Mamá bonita. ¡Cuánto te quiero!
¡la más preciosa del mundo entero!
Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta
Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.
Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.
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