Ana tiene una lámpara preferida.
Es un quinqué precioso de factura naval.
Se la dí a mi hermano, ha mucho tiempo ya.
Mi hija me ha pedido que la devuelvan
Cuando tuviera su casa definitiva.
Yo la he pedido.
Y contestan a éso que es un capricho.
No quieren devolverla, y nunca van a hacerlo.
Aunque esté arrumbada en el cuarto de plancha.
Pero el orgullo impera sobre mis peticiones.
Esta vez se equivocan; no lo hace por joder.
Es tan sólo un recuerdo de otra época tal vez.
Gracias a Dios aún guardo la talla de Lladró
que Laura espera un día poder recuperar.
Cuando tenga su casa y halle su bienestar.
Cuando salgan del bache y puedan trabajar.
He buscado en mil tiendas, incluso en las on line.
Y no he encontrado nada que pueda parecerse.
He intentado argumentos, y poder convencerle.
Más la respuesta es "no". No quieren someterse.
Ahora lamento.
El no haber avisado de que era un préstamo.
Y Ana se ha quedado sin su recuerdo.
Y yo, desesperada por tan maldito ego.
Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta
Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.
Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.
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