PENSAMIENTOS1.
El gran buque mercante arroja chapapote.
Los voluntarios limpian mi playa.
Por más que te abrigues, si no hay paragüas
la lluvia penetra.
Los rayos del sol alcanzan
hasta a la más humilde florecilla.
No me cuentes quién eres;
dime qué haces.
Compasión es el más bello verso
creado por Dios.
Si nada tienes, vuelve hacia tí
y serás rico.
Cuando oigas cantar a la cigarra,
acuérdate de la hormiga.
Las abejas saben
construir panales.
Desde mi orilla escucho
el rumor eterno de las olas.
La naturaleza se cierne en torno a mi soledad.
¿Qué más puedo pedir?.
Tengo dos hijas.
Tengo un tesoro.
Hasta la piedra más blanca
tiene alguna veta oscura.
Cristo no se pasaba el día
oyendo misa.
El cariño es como las plantas
si no se les riega, se marchitan.
No necesito riquezas ni honores
soy un mendigo del corazón.
No hay nada tan grandioso como el espectáculo
de una puesta de sol sobre el mar azul.
Las tempestades vuelven al mar
bravío.
El lado femenino de la luna nueva
se columpia en su canto de añoranza.
La noche presume de su oscuridad.
Más arriba, las estrellas brillan.
El sol sólo quiere calentar el día.
La luna, faro de la noche.
Quisiera poder ser poesía
para mostrarme a tí con un abrazo.
Paloma blanca. Paz. Amor. Ternura...
Gabiota que surcas los mares en busca de pesca.
Dime: ¿has encontrado algo?.
Sí, pude ver cómo el sol se ocultaba detrás de las olas...
manchando de rosa los cielos etéreos.
La vida es un largo viaje
en el que cada cual elige su camino.
Perdonar es otra bella palabra.
No nacemos con un libro de instrucciones.
Si quieres que te sonrían,
sé el primero en sonreir.
El gran buque mercante arroja chapapote.
Los voluntarios limpian mi playa.
Por más que te abrigues, si no hay paragüas
la lluvia penetra.
Los rayos del sol alcanzan
hasta a la más humilde florecilla.
No me cuentes quién eres;
dime qué haces.
Compasión es el más bello verso
creado por Dios.
Si nada tienes, vuelve hacia tí
y serás rico.
Cuando oigas cantar a la cigarra,
acuérdate de la hormiga.
Las abejas saben
construir panales.
Desde mi orilla escucho
el rumor eterno de las olas.
La naturaleza se cierne en torno a mi soledad.
¿Qué más puedo pedir?.
Tengo dos hijas.
Tengo un tesoro.
Hasta la piedra más blanca
tiene alguna veta oscura.
Cristo no se pasaba el día
oyendo misa.
El cariño es como las plantas
si no se les riega, se marchitan.
No necesito riquezas ni honores
soy un mendigo del corazón.
No hay nada tan grandioso como el espectáculo
de una puesta de sol sobre el mar azul.
Las tempestades vuelven al mar
bravío.
El lado femenino de la luna nueva
se columpia en su canto de añoranza.
La noche presume de su oscuridad.
Más arriba, las estrellas brillan.
El sol sólo quiere calentar el día.
La luna, faro de la noche.
Quisiera poder ser poesía
para mostrarme a tí con un abrazo.
Paloma blanca. Paz. Amor. Ternura...
Gabiota que surcas los mares en busca de pesca.
Dime: ¿has encontrado algo?.
Sí, pude ver cómo el sol se ocultaba detrás de las olas...
manchando de rosa los cielos etéreos.
La vida es un largo viaje
en el que cada cual elige su camino.
Perdonar es otra bella palabra.
No nacemos con un libro de instrucciones.
Si quieres que te sonrían,
sé el primero en sonreir.
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