Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta




Soy Licenciada en Ciencias de la Información. Me gusta la poesía y la narrativa poética. He publicado artículos en revistas y periódicos desde 1989, he escrito 4 novelas, algún que otro cuento, ensayos y relatos cortos. Actualmente estoy trabajando sobre mi 5ª novela. Asimismo colaboro con Radio AFAEMO, en Madrid y con Emisoras ASEMFA en Andalucía. Publico también artículos para la Revista mensual Espacio Humano.

Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.

Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.

viernes, 2 de julio de 2010

QUEJA SALUD MENTAL.-Carmen Urbieta.

Hay cosas que no puedo entender. Nunca las he entendido y nunca las entenderé. Y me explico:

Las INVESTIGACIONES en materia de Salud Mental son recientísimas. El TAB, en concreto, afecta a un 6,4% del total de la población española CON DIAGNÓSTICO. Podrían ser muchos más.

Por ejemplo, investigaciones realizadas en EEUU y Canadá en el año 2003, aseguran que el TAB puede deberse a una mutación del gen GRK3.

En el 2007 se descubrió una correlación entre el DGKH y el TAB.

En cualquier caso, este tipo de alteraciones son visibles a través de una prueba diagnóstica llamada TEP, que aplica la Medicina Nuclear.

Pues bien. A mí, ni a ninguna persona de mi entorno afectada del TAB, jamás nos han hecho la más mínima prueba cerebral o genética o nuclear, o como demonios se denominen. El Psiquiatra ha ido tentando durante años, la medicación pertinente, -y en muchos casos equivocada-, de acuerdo con una única herramienta: el relato más o menos acertado; más o menos cabal, de los diferentes sucesos ocurridos durante una fase de crisis, sea ésta maníaca o depresiva, o mixta. Relatos descritos por el propio enfermo (si éso es posible, -que en esas circunstancias lo lógico es que no), o por los familiares más directos, o incluso por las apreciaciones subjetivas de algún amigo/a especial.

Y yo me pregunto: Si existen las herramientas de diagnóstico, ¿cómo es que no las utilizan?, y, por supuesto, ¿por qué no?

¿Por qué la media para un diagnóstico en el TAB supera los 10 años?. (Con el deterioro emocional que conlleva esa demora. Por no hablar de las repercusiones de todo tipo, incluyendo los aspectos sociales, laborales, familiares, etc).

¿Quién está detrás de todo ésto?. ¿Por qué no les interesa EXAMINAR CIENTÍFICAMENTE al enfermo?. ¿Alguien me puede dar una razón de peso?.

¿Por qué los Psiquiatras, -habiendo fármacos de nueva generación,-, se empeñan en recetarnos medicamentos, (como los antiguos neurolécticos tipo Risperdal o Seroquel, por ejemplo), cuyos efectos secundarios son demoledores para el individuo (aumento de peso, pérdida total de la lívido, estreñimiento, akatisia, etc., a pesar de las protestas del enfermo)?.

¿Por qué en los Hospitales nos atiborran a pastillas, (asegurándose además de que nos las tragamos, sin ninguna explicación sobre qué y por qué nos suministran esas drogas, para mantenernos "fuera de combate", -adormecidos y enajenados-, incumpliendo taxativamente la normativa y consiguiente obligación de informarnos?. ¿Y por qué los efectos de esas drogas duran más de un año, después del ingreso?.

¿A quién le interesa que no "respiremos"?. ¿Por qué somos tan molestos?. ¿Alguien me lo puede explicar?.

El Psiquiatra no recibe quejas; los Hospitales no reciben quejas. ¿Quién vá a quejarse si como digo estás enajenado y lo único que queréis tú y tus familiares es salir cuanto antes de ese infierno, en el que hasta a ellos, -a los familiares-, les miran con recelo cuando se abre el turno de visitas?. A su vez, los propios afectados tienen MIEDO. Y digo yo: ¿qué más nos pueden hacer?.

En algunos países de África, a los "locos" se les venera. Se les toma por Sabios, y se les consulta en sus Asambleas Tribales.

Yo no pido tanto; solamente dignidad y respeto.

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