Resbalaba por su tez una lágrima.
Por su cara una mueca de terror.
Quiso la luna fugarse cual fantasma.
Siempre a su alrededor.
No divisaba nada en ese instante,
en que las peñas descienden en tropel.
Iba buscando a un hombre y no obstante,
ese hombre era él.
Desecho de esqueletos malformados,
donde mi corazón hunde un puñal.
Colección de hombres uniformados.
Y por el sur regresa mi zagal.
Yo no le he visto.
Me he convencido.
Yo no lo he visto.
tras de tí he ido.
Y un tropel de cigüeñas patilargas,
vuelan rasante por los campanarios.
Y una voz que medita emborrachada.
Volverán al acecho los muchachos.
Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta
Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.
Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Publicar un comentario