Llenaba con sus lágrimas los odres,
reservados a el vino añejo.
Yacía sobre las sábanas un cuerpo,
languideciendo delante de un espejo.
La mirada hacia el cielo interrumpida,
como clamando clemencia impenitente.
Basta ya!. No quiero más rencillas.
Horas vendrán que anuncien al valiente!
Recorrían sus ojos embusteros,
los entresijos de su gallardía.
Y no encontrando mayor melancolía,
le gritaban al aire; reboleros.
Píntame, Greco, a los doce apóstoles,
busca sus caras en lugares públicos.
Otros vendrán que recuenten la diástole,
y la sístole de sus pobres impulsos.
Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta
Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.
Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.
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