Silvando, silvando,
pretendiendo ser feliz,
cuando la melancolía estruja con mano implacable sus cuerdas vucales encadenadas.
Sonriendo, sonriendo,
pretendiendo engañar al espejo,
Cuando su boca por dentro despide el hedor de un diente picado.
Rogando, rogando,
pretendiendo una fe que no tiene,
porque estamos en pelotas y ya no nos queda ni para tabaco.
Soñando, soñando,
pretendiendo quedarse dormido,
cuando en el fondo sabe que su almohada es la clave para poder continuar avanzando...
...Al día siguiente.
Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta
Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.
Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario