Bienvenido al Blog de Carmen Urbieta




Soy Licenciada en Ciencias de la Información. Me gusta la poesía y la narrativa poética. He publicado artículos en revistas y periódicos desde 1989, he escrito 4 novelas, algún que otro cuento, ensayos y relatos cortos. Actualmente estoy trabajando sobre mi 5ª novela. Asimismo colaboro con Radio AFAEMO, en Madrid y con Emisoras ASEMFA en Andalucía. Publico también artículos para la Revista mensual Espacio Humano.

Por último añadir que soy miembro de ODEM (Organización para los Derechos de los Enfermos Mentales), colectivo éste que despierta en mí un alto grado de sensibilización.

Quisiera desde estas páginas pedir vuestro apoyo, colaboración, comentarios y la mayor difusión posible, a fin de mejorar muchos aspectos. Todo ello lo iréis viendo en mis escritos.

viernes, 12 de noviembre de 2010

ADITA.- Carmen Urbieta.

Ayer compré ciclámenes
para mi pequeño jardín.
Los veo desde las ventanas descorridas
de la sala de estar y del salón.

Gracias a eso llevo un dedo vendado
de un tijeretazo que le dí a la piel, al arreglarlas.
pero, ¡qué bonito es vislumbar los colores
rojo, fucsia, rosa, blanco...de las flores frente a la ventana!.

Ahora es ya noche cerrada y temprana
apenas las nueve y media.
Y yo me pregunto: ¿dónde estará mi hermana?
que la llamo y no contesta...

Estará saboreando su recién estrenada intimidad.
Porque dadas las circunstancias,
ha estado como gazapo fuera del nido,
fuera del árbol sin alcorque.

Todos tenemos razón y yo lo entiendo,
pero ella no hace las cosas a propósito.
Si se muestra insolente es porque está harta, aburrida,
de que no haya una frase positiva para ella.

Y yo miro a mis ciclámenes y pienso:
es verdad; qué bien se está en casita
rodeada de tu propio desastre medioambiental,
haciendo lo que me venga en gana,
y sin que nadie me diga nada de las lentejas cocinadas con esmero...
a las cuatro de la mañana.

Ya sé que está mal. Pero en estos casos se impone la paciencia.
Y el no desorbitar demasiado los hechos.
Decir las cosas con la mayor prudencia.
Y pasar por alto ciertos desafueros.

....Y no gritar. No insultar. No descalificar.
Porque ése es precisamente el pasaporte
para salir huyendo de la situación...
Difícil para todos; ya lo sé.
Pero conste que no es a propósito.

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